El ámbar es una sustancia dura, liviana y
quebradiza; es la única piedra preciosa
de origen vegetal. Pertenece al grupo de las gemas orgánicas como el azabache,
las perlas o los corales. Se forma de una resina vegetal residual de algunos
árboles que data de hace 25 a 40 millones de años y que con el tiempo sufrió un
proceso de fosilización formando masas irregulares y extensas dentro de los
estratos de arenisca y pizarras arcillosas de la edad terciaria.
El ámbar no es un mineral ya que su origen es
orgánico y su estructura es amorfa. Su composición varía dependiendo del árbol
del que proviene, aunque todos tienen terpenos o compuestos que son comunes en
las resinas endurecidas.
En Europa, el ámbar se forma a partir de la
resina del Pinus Succinifera, en tanto que en América proviene de la
leguminosa Hymenaea Courbaril conocida en Chiapas (México) como Guapinol
y en Nicaragua y República Dominicana como Algarrobo perteneciente del
período geológico terciario.
Los colores del ámbar son ocho:
amarillo (el más común), naranja (cognac), rojo (cherry), blanco, café
(cajeta), verde azuloso y "negro" o musgo (tonos obscuros de otros
colores) que son menos frecuentes que el amarillo. De estos colores se
desprende una amplia gama de tonalidades
El ámbar ha sido objeto de
estudio por los geólogos y paleontólogos por su interés en los fósiles que
posee como evidencia de la vida prehistórica.
Los arqueólogos la miran como el instrumento de intercambio en las rutas
comerciales. Los químicos investigan sus propiedades físicas y químicas. Los botánicos
y entomólogos examinan las fuentes botánicas y los insectos y rastros
almacenados en la misma. Los poetas, escritores y artistas son atraídos por el
bello color dorado que asemeja un radiante día soleado. Los gemólogos y joyeros
se deslumbran ante su belleza y rareza. Los curadores y conservacionistas se
esmeran en su colección y conservación.
El ámbar fue una de las primeras
sustancias utilizadas por el hombre como decoración, debido a su
estructura fácilmente tallable.
En Noruega se encontraron los primeros animales tallados en ámbar. Estos eran
utilizados como amuletos y adornos de poder. También fue utilizada a fines
medicinales. Hoy en día es valorada como una piedra que balancea la energía del
cuerpo, fortalece el sistema nervioso y emocional, destaca la belleza de quien lo
usa. Algunos sostienen que es la piedra ideal a utilizar cuando los rayos del
sol son muy intensos para contrarrestar su impacto.
Es una piedra que debe ser
utilizada por los practicantes de Reiki, los que aplican masajes u otras
terapias de sanaciòn ya que actúa como un campo protector evitando asimilar las
energías de las personas en tratamiento. Se recomienda proteger los
espacios de trabajo con ámbar, colocando
una en el centro del espacio, esquinas y techos. Deben ser colocados expresando
la intencionalidad de su uso “limpiar y proteger el ambiente de energías
inadecuadas”. Algunos sugieren utilizar la siguiente afirmación “Hágase el
poder de la luz dorada del ámbar limpiando de energías negativas este espacio y
remplazándolo por la energía del amor y protección, así es” Esto también puede
utilizarse antes de alguna reunión importante para lograr que el intercambio de
ideas sea lo más provechoso para los participantes.
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