En Turmalinas y Piedras nos encanta todo lo
relacionado con el mundo mineral y en consecuencia todo lo nuestro gira
alrededor de él. Por lo que antes de conversar sobre los niños de nuestras
homenajeadas en el día de hoy, comentaremos algo del barro.
El barro es una roca blanda que
adquiere plasticidad cuando se pone en contacto con el agua. Es un mineral
natural que se formó hace millones de años. Su textura es fina, puede
encontrarse en varios colores, siendo el más común el rojo, carece de brillo.
Es muy maleable por lo que puede ser moldeado con facilidad, el barro es
conocido también como arcilla.
Según el Génesis bíblico, el
hombre fue hecho por Dios de una masa uniforme de barro, es decir de la propia
tierra. Y es la Tierra que le regala al hombre muchas posibilidades de sanación
de dolencias y enfermedades.
Es milenario el conocimiento de
culturas como la egipcia y china sobre la efectividad del barro que comúnmente
es conocido como arcilla. Esta es muy utilizada para tratar problemas reumáticos, artrosis,
afecciones de la piel. Es inmensa la información que se puede conseguir sobre
las cualidades sanadoras de la arcilla.
La arcilla es un silicato de
aluminio, que agrupa los iones alcalinos y los oligoelementos como el hierro,
el cromo ó el manganesio y esto trae como resultado que la arcilla absorba
gases y moléculas orgánicas, actuando como intercambiador de iones,
sustituyendo los que están en su estructura por los que sobran en los tejidos,
con lo que logra establecer un equilibrio biológico, por lo que de esta manera
suministra al organismo los iones curativos que este necesita, eliminando los
nocivos. Es decir la arcilla aplicada a la piel elimina del cuerpo los gérmenes
nocivos y las substancias tóxicas.
De hecho en los balnearios de
aguas termales es típico ver a las personas darse baños de barro especialmente
recomendados por sus médicos para incrementar la salud, la belleza de la piel ó
por simple placer.
En esta oportunidad
queremos rendir un pequeño homenaje a las profesoras
Jane de Garcés y a María Eugenia Dubois quienes
iniciaron una actividad muy hermosa que fue la creación de los Niños de
Barro. Cada Niño creado fue impregnado de una belleza especial. Trabajaron con barro dando a luz unos
hermosos niños. De estos niños tuve la
suerte de adquirir 13 de los últimos por ellas creados. Me enteré que ellas ya no están en este
plano, pero donde quieran que se encuentren le envío mi respeto y las gracias
por la creación de estas hermosuras a quienes cuido bien a pesar de los años, como podrán apreciarlo en las fotos anexas. Las profesoras participaron
en numerosos concursos nacionales e internacionales, llegando a obtener
primeros lugares en varios (Con los muñecos Miguel, Tomás y Evita). Algo que comenzó como una opción para
aprovechar el tiempo, se convirtió en un hermoso arte de dar a luz a estos
bellos niños. Es mi deseo que todo lo mejor llene sus vidas. Hasta la próxima!
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